Pese a la gran competitividad existente en la categoría masculina de pádel, el número 1 sigue estando reservado para el rey de este deporte. El año pasado Fernando Belasteguín celebraba 14 años en lo más alto del ranking y este año volverá a subir a lo alto del pódium como el mejor jugador de pádel de la historia.
Fernando Belasteguín tiene un palmarés envidiable para cualquier deportista, no todos pueden afirmar que han estado como número 1 durante 15 años, manteniéndose en la élite a pesar de los cambios, de las lesiones y de los diferentes inconvenientes. Ganar 205 tras alcanzar 243 finales no es una mala media para superar a sus rivales y continuar reclamando el reinado que le corresponde por derecho.
Sin embargo Fernando Belasteguín sabe que el pádel es un deporte de pareja y sus compañeros han sido muy importantes y decisivos para alcanzar este puesto como número 1 del ranking World Padel Tour. Con Juan Martín Díaz reinó durante 13 años consecutivos, pero su separación supuso su unión con el jugador Pablo Lima con el que mantiene esa plaza desde hace dos años.
Durante estos quince años he jugado junto a Juan Martín Díaz, un jugador que no se volverá a ver, y con una máquina como Pablo Lima y si no fuera por estos dos fenómenos no hubiera sido posible lo que he conseguido. Por eso quiero compartirlo con ellos”, decía Fernando Belasteguín agradecido.
Cuando los medios de comunicación preguntan al jugador por sus éxitos, él siempre repite la misma frase “lo disfrutaré cuando me retire”. Un hecho que por ahora no va a suceder, quiere seguir jugando al pádel al menos durante 5 años en los que mantener su estatus a pleno rendimiento. Tal vez en ese tiempo por fin veamos un cambio en el ranking, sin embargo ahora está claro que Fernando Belasteguín es el mayor rival a batir en el circuito profesional.
Desde MundiPadel damos la enhorabuena al jugador de HEAD Padel, Fernando Belasteguín por conseguir lo que nadie ha logrado nunca, estar en lo más alto de este durante 15 años y hacerse disfrutar a los aficionados con cada golpe. Por todo ello ¡muchas gracias!
