Sin apenas darnos cuenta una de las citas más inolvidables del World Padel Tour cada temporada ha llegado a su fin. El Valladolid Open siempre es una fiesta envidiable para todos los aficionados al pádel y creo que por primera vez los ganadores se van con un sabor agridulce con el trofeo de máximos vencedores.
De nuevo destacamos la fantástica evolución que ha tenido una pareja en este torneo. Ellos son Federico Chingotto y Juan Tello, pasito a pasito han ido ganando puntos y aumentando su prestigio en este deporte. En el Valladolid Open han sido capaces de llegar hasta las semifinales después de dejar por el camino a duplas tan potentes como las formadas por Jordi Muñoz y Fede Quiles, Miguel Lamperti y Juani Mieres o Álvaro Cepero y Aday Santana.
Las dos primeras parejas del mundo en el ranking World Padel Tour masculino hicieron lo que tenían que hacer: ganar para llegar hasta el último partido. Con partidos bastante apasionantes antes de llegar a la final, Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez realizaron un buen torneo y como siempre se enfrentaban a los número 1 del mundo.
La mala suerte estuvo presente antes de ese encuentro ya que Fernando Belasteguín y Pablo Lima no tuvieron ocasión de disputarlo ese partido. Bela anunciaba “hicimos todo lo posible para jugar la final pero la distensión en el ligamento interno de la rodilla derecha me deja sin final”, lo cual proclamaba ganadores automáticamente a Navarro y Gutiérrez.
La categoría femenina tampoco estuvo exenta de complicaciones. Las mejores parejas hicieron muy bien su trabajo llegando hasta los últimos partidos y demostrando su buen juego en la pista. A destacar especialmente la llegada hasta cuartos de Valladolid Open 2017 de parejas como Carla Mesa y Lucía Martínez o Marta Ortega y Ariana Sánchez.
La final volvía a repetirse como en tantas otras ocasiones: las gemelas Sánchez Alayeto se enfrentaban a Marta Marrero y Alejandra Salazar. Quizás fuera uno de los partidos más disputados hasta la fecha entre las dos mejores parejas del mundo, pero una lesión de Salazar imposibilitó que concluyera la final y las jugadoras tuvieran que abandonar en el segundo set dando la victoria a las gemelas atomikas.
