De nuevo el entrenador de pádel Fabio Pablo Romojaro López vuelve a escribir en exclusiva para MundiPadel, con un artículo donde nos habla de la velocidad. Recordamos que esta temporada será el entrenador de jugadores tan conocidos como Franco Stupaczuk, Juan Manuel Restivo, Chico Gomes, Delfi Brea, Agustín Gomez Silingo, Martín Di Nenno, Pablo Lijo y Fede Quiles.
Velocidad, sensación de volar
En la práctica deportiva, la velocidad es una capacidad física que se manifiesta generalmente gracias a la colaboración de otras capacidades físicas a la hora de ejecutar los movimientos. Por lo tanto en el rendimiento deportivo, donde interviene la velocidad tendrá la participación de grandes dosis de fuerza, técnica, flexibilidad, coordinación, resistencia, etc. lo cual convierte a la velocidad en una capacidad compleja.
Aunque el deportista no tenga unas condiciones o no este especialmente dotado para la ejecución de movimientos a gran velocidad, su rendimiento puede ser mejorado si se consiguen desarrollar el resto de los factores que influyen en el rendimiento, teniendo así amplios márgenes de mejora. Más allá del dicho: el velocista nace o se hace… La velocidad se puede entrenar y aprender.
Genéricamente, la velocidad se entiende como la capacidad de realizar uno o varios movimientos en el menor tiempo posible. Desde el punto de vista físico es la relación existente entre la distancia o espacio y el tiempo que se invierte en recorrerlo: V=e/t.
Tipos de velocidad (De Andrés, 2005)
De todos es sabido la cantidad de arrancadas, aceleraciones y cambios de dirección que realizamos al jugar al padel. Un golpe incluye, arrancar, acelerar y volver, la parte más dura de las carreras seria romper la inercia.
Para realizar este trabajo físico el jugad@r de pádel requiere de una importante capacidad física “Velocidad de desplazamiento”: capacidad de moverse rápido, de ir de un lado a otro de la pista lo más rápido posible. Es una capacidad derivada, no es pura, su función depende de una interacción de fuerza, coordinación y flexibilidad, bajo un control del sistema nervioso.
Al mismo tiempo la velocidad en la ejecución de los golpes es necesaria, siendo está cualidad “Velocidad Gestual”. Al jugad@r ya no le vale con ser rápido una sola vez, debido a la duración de los partidos y la gran cantidad de golpes y carreras que exige este deporte.
Por lo tanto deberá repetir acciones, con pequeñas variaciones de distancia e intensidad un número muy elevado de veces, intentando que no disminuya el rendimiento, siendo necesario “resistencia a la velocidad”: capacidad para mantener en el tiempo unas acciones motoras encadenadas con una disminución leve de la velocidad de ejecución.
De gran importancia en el pádel es la “velocidad de reacción”: capacidad del jugad@r de percibir un estímulo, decidir una respuesta adecuada a él y ejecutarla a la mayor velocidad posible. Viendo distintas fases cada una de ellas depende de cualidades diferentes: la primera depende de la percepción, la segunda de la inteligencia deportiva del jugad@r y la tercera crucial, la fuerza explosiva (para iniciar el movimiento), y de la velocidad (para desarrollarlo).
Otra manifestación de la velocidad en el pádel es “velocidad frecuencial”: los desplazamientos suelen ser ajustes de pasos muy cortos y rápidos para situarse correctamente ante la bola, fundamental el desarrollo de este tipo de velocidad.
Terminaríamos con una capacidad mixta (mezcla de velocidad y fuerza) “capacidad de aceleración” presente en todas las acciones de salidas, arrancadas, giros, cambios de dirección… Si la velocidad disminuye no llegaremos en condiciones óptimas para golpear con máxima eficacia, disminuyendo así la potencia, precisión y las posibilidades tácticas de jugar el punto.
Las edades óptimas de la velocidad serían:
- De los 8 a los 12 años hay un incremento continuo de la velocidad debido al incremento de la fuerza y a la mejora de la coordinación mecánica.
- De los 9 a los 13 años es la mejor época para la realización de tareas motrices específicas de velocidad.
- De los 13 a los 19 años hay un aumento paralelo de la velocidad con relación a la fuerza, y a partir de los 17 años ya casi se podría decir que se logra el máximo de velocidad, casi un 95%.
- De los 19 a los 23 años se mantiene en los límites máximos y a partir de esta edad disminuye ,debido y siendo producida por la disminución en la coordinación. No obstante, desciende de una forma contenida debido a que la fuerza se mantiene en límites más altos.
- En los individuos no entrenados el descenso será constante y uniforme a partir de los 24-25 años.
Sin profundizar más sobre la velocidad y autores, en futuras publicaciones hablaremos de otros aspectos de la velocidad. No olviden que igual que la bala, lo que mata no es la bola, es la velocidad que lleve…
Quería mandar un fuerte abrazo y mucha fuerza a todos mis jugadores, especialmente a los alumnos y equipo técnico en The Grand Sports Club Houston, Texas. Muchos de ellos podrán vivir la experiencia del XI Mundial de Menores 2017 en España. Muchas gracias a Mundipadel por ofrecerme de nuevo colaborar.